'Pepe Viyuela: “Contribuir a rescatar del olvido a Marcelino Orbés ha sido un auténtico regalo”'

Si plausible es el docudrama filmado por Germán Roda, Marcelino, el mejor payaso del mundo, no menos lo es que el admirado y apreciado Pepe Viyuela haya participado de una manera tan activa en su elaboración. Gatrópolis ha podido entrevistar a un artista que ha hecho de su profesión “una auténtica necesidad, una vocación y una forma de entender la vida”

Germán Roda: “Quise hacer una película sobre Marcelino para sacarlo del olvido y ponerlo en el sitio que se merece” pepe viyuela

A su larga y exitosa carrera le ha llegado la oportunidad de, no sólo, homenajear a un payaso sino también de rescatarlo del olvido. ¿Qué le supone a alguien de su vocación haber participado en Marcelino, el mejor payaso del mundo?

Contribuir al rescatar del olvido a Marcelino Orbés ha sido un auténtico regalo. Trabajar de la mano de Mariano García, el periodista que lo descubrió, y de la de Germán Roda, el director de la película, ha sido una aventura plagada de buenos momentos. Me ha hecho confirmar algo que ya sabía: la importancia de la memoria para conocernos y reconocernos.

Tras participar en este docudrama sobre Marcelino Orbés, ¿qué opinión tiene sobre él, sobre el artista?

La de que debió de ser un auténtico genio, alguien dotado de un inmenso talento y una gran capacidad de esfuerzo y superación. 

Marcelino, el mejor payaso del mundo… ¿la de payaso podría ser la mejor profesión del mundo?


Para mí, sin duda, sí. Supongo que cada profesional piensa y siente lo mismo acerca de la suya. Yo he llegado a ser payaso casi por casualidad, pero a día de hoy se ha convertido en una auténtica necesidad, en una vocación y una forma de entender la vida. Me gusta dedicarme a imaginar cosas que puedan provocar la risa. El cultivo del sentido del humor, al que me ha llevado el payaso, es de las mejores cosas que me han pasado.

Pepe Viyuela: “Contribuir al rescatar del olvido a Marcelino Orbés ha sido un auténtico regalo”

Entre el drama y la comedia realmente existe una línea muy fina, superable con facilidad. ¿Cree que la vida es una comedia dramática?

Sí, en nuestras vidas, comedia y tragedia marchan unidas indisolublemente. En el teatro nos hemos empeñado en separarlas, pero no hay fronteras entre ellas, y si las hay, las vías de contacto, la capilaridad entre ellas, las convierte en una misma cosa. Del mismo modo que no existirían la sombra sin la luz, la comedia no existiría sin la tragedia.

Al hilo de esta última pregunta, ¿estoy equivocado si digo que el payaso es un reflejo de la vida? Se lo pregunto porque tras la alegría que transmiten los payasos siempre he visto una pátina de tristeza, de melancolía, de soledad.

Pensar que un payaso no tiene problemas o no sufre sería una tontería. Es más, creo que de las experiencias más amargas es donde nacen las mejores comedias. 

La vida de Marcelino fue una montaña rusa de sensaciones contrapuestas. De origen humilde, alcanzó la gloria… y murió en la absoluta soledad. ¿Se ha emocionado haciendo este trabajo a la hora de transmitir la vida de él?

Sí, ha sido una viaje en el tiempo, pero también hacia el interior de un ser que había desaparecido y al que hemos podido volver a encarnar y a dar vida. Todo un ejercicio de invocación y de emoción, repleto de preguntas: ¿qué diría él acerca de esto o de lo otro? ¿cómo viviría sus rupturas amorosas? ¿qué supondría el fracaso para alguien que lo tuvo todo?…

Marcelino, el mejor payaso del mundo, la docuficción de Germán Roda

Marcelino fue coetáneo de grandes clowns, además de ser muy admirado por ellos. Desde Charles Chaplin hasta Buster Keaton. Triunfó en Londres y en Nueva York. ¿Por qué en España fue alguien desconocido?

Tenemos la impresión de que era alguien a quien no le gustaba mirar atrás. Salió muy joven de España y quizá no en circunstancias demasiado favorables. Quizá no guardó nunca un buen recuerdo del país en el que había nacido. No lo sabemos bien, pero parece claro que nunca mostró mucho interés por volver.

¿Cómo le llegó la oportunidad de participar en Marcelino, el mejor payaso del mundo?

Germán Roda se puso en contacto conmigo y me lo propuso. Fue una propuesta a la que era imposible decir “no”.

Mi primer recuerdo de Pepe Viyuela (muy positivo) me lleva a aquellos sketches televisivos que me invitaron a conocer un humor distinto. Me sorprendió aquella habilidad de hacer trascendente algo habitual en nuestras vidas, como subir una escalera plegable, y creando humor. Teatro, cine, televisión… ha publicado libros, es alguien admirado y apreciado. ¿Sus sueños se han cumplido?

Yo diría que he tenido mucha suerte. He podido llevar a cabo muchas cosas que me ha gustado hacer. Si pudiera volver a nacer, repetiría. Quizá no haya cumplido todos mis sueños, pero pienso también que los sueños a veces es mejor que se queden donde están; son siempre un aliciente para seguir buscando. 

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