A través de editorial Deusto, el periodista natural de Algemesí (Valencia), David Alandete, publicó el pasado año un interesante y vigente trabajo en el que se hacía eco del peligroso e interesado uso de las noticias falsas, analizando los resultados negativos que esta práctica genera en el bienestar y la estabilidad de cualquier estado democrático. Aunque como matiza en su obra, «Una noticia falsa no tiene por qué ser una completa mentira». Porque como dice, «La desinformación contiene muchos elementos de verdad…».
Bien es cierto que la manipulación de la actualidad siempre ha sido un hecho en etapas pretéritas de la historia, y que voces interesadas han utilizado sus propias armas para lograr su fin a través de la difusión de noticias falsas o manipuladas. Pero es evidente que en la época que vivimos, la globalización, la difusión de las llamadas fake news, logran unos objetivos más inmediatos, alcanzando en poquísimo tiempo a un incontable número de receptores.
Casos paradigmáticos
David Alandete, mediante Fake News: la nueva arma de destrucción masiva, aborda algunos de los mayores bulos con los que se ha pretendido desestabilizar a los países democráticos occidentales o se han montado historias nacidas en la mentira. Desde el supuesto secuestro de una niña germano-rusa llevado a cabo por tres árabes, que provocó la circulación de un falso vídeo de su violación y resultó ser un intento de fuga de la menor, a la presunta, pero totalmente falsa, financiación del Gobierno de Barack Obama de la llegada de inmigrantes africanos a Italia, puesta en circulación por el movimiento populista 5 Estrellas. O el caso del reportaje publicado en The Washington Post por Janet Cooke, por el que ganó en 1981 el Pulitzer, bajo el título El mundo de Jimmy. El protagonista de la (falsa) historia fue un niño supuestamente adicto a la heroína.
Nombres relevantes de la lucha por el independentismo catalán, como Enrich Folch, personajes como el fundador de Wikileaks, Julian Assange, o los dirigentes Putin, Trump u Obama, son protagonistas de alguna u otra manera en Fake News: la nueva arma de destrucción masiva.
Cataluña vs España
David Alandete hace hincapié asimismo en la campaña de desestabilización de Rusia durante la crisis de la independencia catalana de 2017. «En aquel momento -escribe-, en aquella sala del hotel Ritz-Carlton de Moscú, nació la primera noticia falsa sobre Cataluña procedente de la gran maquinaria de injerencias rusa. El titular que publicó primero Izvestia en ruso, y que pronto replicó Sputnik en inglés fue: «Una Cataluña independiente reconocerá que Crimea es rusa».
Las nuevas fake news
Lejos estaba David Alandete, cuando escribió y publicó Fake News: la nueva arma de destrucción masiva, de pensar que prácticamente un año después de la aparición de su obra, nos íbamos a enfrentar a un enemigo tan acérrimo como este coronavirus que está causando tantos estragos. Este virus tan maligno ha dado pábulo a otras fake news. Estas no son otras que las informaciones falsas que se están distribuyendo por las redes sociales. Estas, como las mencionadas anteriormente, solo contribuyen a generar más caos y desconcierto en la sociedad.
